domingo, 26 de junio de 2011

¿Cómo somos los que creemos en Juan Soldado?


Somos gente como tú.

Somos cristianos con una relación muy especial con Dios, tan especial y única, como lo es tu relación con Él también.

Somos testigos del amor y el perdón de Dios, testigos, así como lo eres tú.

Somos católicos comprometidos. A lo mejor, si vas a misa, igual que tú.

Somos los mismos católicos, los mismos cristianos y la misma gente que presta su voz y se hace voz de esos niños que todavía, por no nacer, no pueden defenderse.

Somos los mismos católicos, cristianos, la misma gente que lucha para que la familia siga siendo lo que es. Y nadie ni nada sustituya o cambie la institución de la familia: que debe ser, papa, mama e hijos. (entre un hombre y una mujer)

Somos los mismos católicos que con fervor y orgullo rezan el credo cada domingo. Los mismos cristianos que con jubilo y alegría alaban a Dios en el templo y en sus casas. Somos la misma gente que orgullosamente lucha por los derechos humanos de todos los seres humanos, que lucha hasta por el derecho de los animales.

Leemos la Biblia y seguimos los Sacramentos.

Somos los mismos, no estamos divorciados de la iglesia ni de nuestro Cristo, somos el mismo pueblo de Dios que mete las manos al fuego en favor de la justicia.

¿Qué nos hace diferentes?

Un santo que murió ejecutado injustamente. Nos hace diferentes que creemos en el milagro de su sangre y creemos en sus milagros concedidos: Creemos que Juanito, intercede ante Dios todo poderoso, por nosotros.

Y después de rezar un Padre Nuestro, decimos: Juan Soldado, ruega por nosotros, Virgen de Guadalupe, ruega por nosotros, Virgen de Guadalupe, ruega por nosotros, Jesús Señor de la Misericordia:

Jesús,Oh Señor mi dulce amigo
cuatro cosas hoy te pido
con mucha necesidad.

Paciencia para sufrir
Fuerza para trabajar
Valor para resistir
las penas que han de venir
y me han de mortificar.

Temperamento sereno
para poder resolver
las cosas con santa calma.

Y así tener en el alma
perfecta tranquilidad.

Esto tengo que pedirte
oh mi Jesús adorado
en este día consagrado
para adorarte y servirte
por siempre.

Amén.

Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

Amén.

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