Hoy al despertar,
Después de hacer mi oración de la mañana.
Vi mis botas, mi Juanito, y me llevo a reflexionar, lo duro y lo difícil.
Haber llegado a esta ciudad, solo, sin parientes y sin quien te diera una mano.
Y aprendiste a ser hermano.
Te ganaste a los vecinos, y en ti pusieron su cariño, como a un niño.
Y al ver mis botas de soldado, desgastadas y sin brillo,
pienso en ti querido amigo.
pienso en ti querido amigo.
No dejes mi Juanito, que buscando quien me de la mano,
en vez de amigos me encuentre con el hampa,
y me tiendan una trampa.
Y al ver mis botas de soldado,
muy usadas y gastadas, pienso en ti querido amigo.
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